jueves, 8 de enero de 2009

Jaisalmer

Ayer fue nuestra primera experiencia en en tren. Las terminales son como toda india, llena de gente y caoticas, por un lado, y por otro tienen pantallas informativas y tickets reservados.
Nada es lo que parece a primera vista. Cuando subimos al tren (sleeper clase, para dormir) vimos un monton de cuchetas con apenas un pasillito en el medio, por el que entraba apretada una hilera de gente. Pero cada uno tenia reservado su lugar, y pudimos dormir de maravillas.
El paisaje para el oeste (estamos cerca de Pakistan) es mas arido, algo parcido a los Menucos.
El tren iba parando en estaciones en medio de la nada, bastante refrescante luego de las grandes ciudades del Triangulo Dorado.
Y lo mismo ocurre con Jaisalmer. Esta es una ciudad pequenia, dominada por un fuerte elevado, en cuyas arenosas laderas se va formando la ciudad, con pequenias callecitas llena de bazares.
La gente es mucho mas tranquila, y no presiona tanto, aunque entrar a comprar el objeto mas insignificante requiere todo un ritual de al menos media hora.
Las paredes son todas amarillas, y la mayoria de restaurant y cafes estan en los techos, con una espectacular vista al fuerte. Incluso desde nuestra habitacion, decorada al estilo marroqui, podiamos verlo, como asi tambien algunos chanchos, vacas, mujeres en sari en las casas trabajando, etc.
Tambien hay un lago que visitaremos maniana. Tal vez alarguemos nuestra estadia aca, ya que queremos unos dias de relax, y todo aca queda cerca.
Esta oscureciendo, asi que Acha Rat!